lunes, 12 de febrero de 2024

HIPOCONDRIASIS

La investigación de las enfermedades
ha avanzado tanto que cada vez
es más difícil encontrar a alguien
que esté completamente sano

Aldous Huxley



La persona hipocondriaca está siempre preocupada por padecer una enfermedad. Oír sobre una persona que padece una enfermedad o verla por la calle, ya pone en marcha todas sus preocupaciones respecto a la posibilidad de padecer esa enfermedad.

Les encanta investigar los síntomas de las enfermedades en internet, y creen tener todos los síntomas.

Suelen acudir al médico "doctor shopping" para exponerle sus temores, y se sienten frustrados cuando no encuentran un reforzamiento por parte de los doctores.

La base de este trastorno es la ansiedad, y el tratamiento necesita de la implicación activa de la familia.

QUÉ ES LA HIPOCONDRIA




La hipocondría se diagnostica si la persona tiene una creencia que persiste durante más de 6 meses, de que padece una enfermedad grave, a pesar de que los médicos no encuentran evidencia de enfermedad. A menudo estas personas muestran una pobre comprensión del problema y no reconocen que su preocupación es excesiva.

Los hipocondriacos tienen preocupaciones e inquietudes obsesivas con su estado físico y continuamente se inquietan por su salud. Debido a su miedo a desarrollar una enfermedad, rastrean cuidadosamente todos los síntomas potenciales y se mantienen en alerta ante los mínimos cambios en su funcionamiento corporal. Tienden a malinterpretar la naturaleza de la relevancia de la activación fisiológica y a exagerar los síntomas.

A menudo la actividad fisiológica se refleja en un aumento de la tensión y la ansiedad, así como alteraciones del sueño. El centrarse en su cuerpo se ilustra por la estrecha vigilancia de los rasgos corporales, la constante búsqueda de información congruente con sus síntoma y la meditación sobre dolencias físicas. 

Se observa la evitación y comprobación en autoinspecciones repetidas, consultas médicas frecuentes y la búsqueda constante de afirmación de su dolencia, estrictas opiniones y conductas sobre la dieta y estilos de vida, así como evitación del ejercicio físico y de personas que pueden padecer una enfermedad.

HIPOCONDRIASIS EN LA TERCERA EDAD


Las personas de la tercera edad no son más hipocondriacas que el resto de la población, sin embargo, a edades avanzadas la preocupación por padecer alguna enfermedad se hace más patente, y puede aparecer un cuadro clínico de hipocondriasis.

Entre los problemas que inciden en la aparición de la hipocondriasis en nuestros mayores está:


- Preocupación por la salud: las personas mayores están más preocupadas por su salud. Lógicamente padecen más "achaques" y es más frecuente visitar al médico, pero en ocasiones, incluso el contacto con otras personas de su edad con las que comentan diferentes enfermedades y padecimientos, les hacen más susceptibles a considerar la posibilidad de tener alguna enfermedad

- La pérdida de personas de su edad: en la tercera edad es frecuente que la persona vaya sufriendo la pérdida de personas de su misma edad (parientes, familiares, amigos, conocidos). Esto les da una dimensión diferente de cara a la enfermedad: se ven en peligro ellos mismos, son perfectamente conscientes de su vulnerabilidad

- Estado de ánimo deprimido: algunas personas mayores se sienten tristes y solas, lo que les hace concentrarse en sus propios problemas y tener una conducta de hipervigilancia hacia los síntomas físicos. Por otra parte, la falta de refuerzos positivos o actividades de ocio, hace que pasen más tiempo preocupados por sus dolencias

- Pensamiento más rígido: las personas mayores muchas veces presentan un pensamiento rígido e inflexible, y les cuesta mucho cambiar de opinión. Por otra parte suelen ser obsesivos con algunos pensamientos, por lo que si se sienten preocupados por la posibilidad de tener alguna dolencia, se mostrarán obsesionados con la posibilidad de una enfermedad, siendo complicado hacerles cambiar de idea.

La aparición de un cuadro hipocondriaco en personas mayores puede producir un descenso en su calidad de vida mucho más patente que en cualquier otro segmento de edad, por lo que es necesario trabajar aspectos psicológicos y conductuales (reduciendo las conductas de enfermedad), para proporcionarles formas de vivir esta etapa de la vida disfrutando de todo lo vivido y conseguido (terapia de la reminiscencia).

CRITERIOS DIAGNÓSTICOS HIPOCONDRIASIS DSM IV

A. Preocupación por el miedo a tener, o la idea de que se tiene , una enfermedad grave que se basa en la interpretación errónea que hace la persona de los síntomas corporales


B. La preocupación persiste a pesar de la evaluación y explicación médica apropiada.


C. La creencia del criterio A no es de intensidad delirante (como en el trastorno delirante, subtipo somático) y no se restringe a una preocupación circunscrita acerca de la apariencia (como en el trastorno dismórfico corporal.


D .La preocupación origina angustia o un deterioro clínicamente significativo a nivel social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.


E. La duración de la alteración es de por lo menos 6 meses.


F. La preocupación no se explica mejor por un trastorno por ansiedad generalizada, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de pánico, un episodio depresivo mayor, ansiedad de separación u otro trastorno somatoforme.

Especificar: Con pobre insight; si la mayor parte del tiempo, durante el episodio actual, la persona no reconoce que la preocupación tener la enfermedad grave es excesiva o poco razonable.

RASGOS CARACTERÍSTICOS DE LAS PERSONAS HIPOCONDRIACAS


1. Ansiedad (por ejemplo exceso de sudoración y preocupación por los latidos del corazón)


2 Rasgos de personalidad compulsiva


3. Estado de ánimo decaído


4. Tendencias de "doctor shopping"


5. Exacerbación de las relaciones médico-paciente


6. Deterioro de la capacidad de funcionamiento social


7. Deterioro de la capacidad para el funcionamiento laboral


8. Preocupación por dolores insignificantes


9. Preocupación por toses sin importancia


10. Preocupación por la peristalsis


11. Escasas relaciones sociales


12. Necesidad de explicar con detalle su historia médica



(Gutsch, 1988)

CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS Y CLÍNICAS CENTRALES DE LA HIPOCONDRIA


1.Preocupación por la salud


2. Insuficiente patología orgánica que justifique las preocupaciones expresadas


3. Atención selectiva a los cambios o características corporales


4. Interpretación negativa de signo y síntomas corporales


5. Atención selectiva y desconfianza de la información médica o no médica


6. Búsqueda persistente de explicaciones/comprobación del estado corporal/información






(Warwick y Salkovskis, 1989)

HIPOCONDRIA: OBSESIÓN POR LA ENFERMEDAD

Las personas hipocondriacas están permanentemente preocupadas por la posibilidad de padecer una enfermedad.

Es común que enterarse de que una persona padezca algún tipo de dolencia, les produzca una gran preocupación pensando que ellos mismos la pueden padecer. Es el momento que comienza el autochequeo corporal con objeto de buscar síntomas que se correspondan con esa enfermedad.


Las personas hipocondriacas son muy dadas a buscar información en internet en busca de síntomas de enfermedades. Según van leyendo los síntomas los encuentran en ellos mismos. Por ejemplo si un síntoma es tos persistente, ellos se autoconvecerán de que tosen mucho, aunque no lo estén haciendo más allá de lo normal. 


Se suelen enfadar con las personas de su entorno porque ante sus quejas de que pueden padecer determinada enfermedad, no suelen encontrar el apoyo de sus familiares, pensando que no son conscientes de sus dolencias.

Estas personas suelen leer los prospectos de los medicamentos y muchas veces encuentran que padecen las contraindicaciones, incluso cuando sean efectos muy residuales.


Hay que tener en cuenta que el autochequeo buscando síntomas de una enfermedad suele producir una focalización de la atención que produzca en la persona la sensación real de que tiene esos síntomas.


El tratamiento de la persona que padece hipocondriasis tiene que partir siempre de una confrontación con la realidad y la búsqueda en casos anteriores de situaciones en las que ha sufrido por pensar que padecía una enfermedad, llegando a considerar la situación como real, resultando posteriormente que no le ocurría nada.

¿POR QUÉ APARECE LA HIPOCONDRÍA?

El factor clave es el aprendizaje. 


Habitualmente una persona empieza a padecer síntomas hipocondriacos a raíz de crisis existenciales y problemas cotidianos como toma de decisiones duelos, problemas laborales o de parejas, e incluso con alguna enfermedad menor que le hace replantearse su propia vulnerabilidad ante la enfermedad.

Estos problemas producen emociones fuertes, y conducen a estados de ánimos caracterizados por la ansiedad extrema, que obviamente, tiene un efecto en el organismo, que el paciente no logra relacionar con sus problemas emocionales y lo interpreta como signos de una enfermedad. 

En estas personas con una situación de depresión o ansiedad (especialmente no valoradas como tales), las sensaciones físicas se interpretan como síntomas de una enfermedad, y se desarrolla un miedo a la enfermedad. Comienzan entonces los rituales de chequeo en busca de síntomas corporales y comprobación de que no se tiene nada sin embargo, es lógico que la concentración en la búsqueda de un dolor, llame a ese dolor. 


La interpretación de las sensaciones en clave de enfermedad es debida a un aprendizaje familiar o al papel social que se adjudica a la medicina para explicar y aliviar cualquier síntoma físico.

TRATAMIENTO PSICOLÓGICO DE LA HIPOCONDRIA

La intervención psicológica en el trastorno hipocondriaco, se basa en los siguientes pilares: 

1. informar al paciente sobre la naturaleza de sus síntomas y que aunque considera real que está enfermo, esto no está sucediendo. Se utilizan técnicas similares a las utilizadas en el tratamiento de las fobias a la muerte y fobia a la enfermedad. 


2. prevenir las conductas de evitación y escape, enseñar al paciente habilidades que le ayuden a manejar los síntomas somáticos y la utilización de estrategias cognitivas para abordar los pensamientos inadecuados que le llevan a interpretar los síntomas físicos como señales una enfermedad real. 


El paciente debe saber cómo está en un estado permanente de "chequeo físico" en busca de síntomas de una enfermedad, como si hicieran un escaneo de todo su cuerpo encontrando evidencias de una sintomatología. Esta atención selectiva a posibles enfermedades, hace que se sugestione y magnifique las sensaciones. El paciente debe comprender la diferencia entre la preocupación normal por la salud y la patológica, que es de tipo obsesivo y ansioso.

Es necesario informar a los familiares de que el paciente hipocondriaco busca constantemente ser tranquilizado respecto a sus síntomas físicos. Esto les proporciona un alivio momentáneo de la ansiedad, pero a la larga termina siendo un hábito de tipo compulsivo, por lo que es necesario la prevención de respuesta: los familiares no deben atender las preguntas sobre los síntomas del paciente: si están pálidos, si observan un bultito, si no han notado que tosen más...


Lo mismo cabe decir respecto a las exploraciones médicas que el paciente suele solicitar con frecuencia. Es importante que el paciente no repita pruebas médicas efectuadas recientemente o innecesarias. Se debe prevenir su realización y pedir al paciente que se enfrente a su “ansiedad ante la duda” que tras un incremento inicial irá extinguiéndose. Habitualmente el médico de cabecera detecta rápidamente los síntomas de hipocondria, simplemente analizando el historial médico del paciente. 


Otro problema cada día más frecuente es la búsqueda por parte del paciente de información en internet. Obviamente, siempre encuentran un cuadro médico similar a los síntomas que cree tener, y además empieza a desarrollar aquellos otros que completan el cuadro (sugestión)


Un aspecto importante de la evaluación y tratamiento es el autorregistro. Partiendo de que, por sí mismo, tiene un efecto regulador sobre la conducta, la auto-observación de las conductas problema tiene un gran valor en todo el proceso terapéutico por varias razones: nos ayuda al establecimiento de una línea base de las conductas, pensamientos y síntomas somáticos, muy interesante para la comprobación de los cambios producidos por las estrategias terapéuticas, ayuda al paciente a establecer claramente las conductas clave que conforman el problema hipocondriaco, así como los antecedentes y consecuentes, lo que suele cambiar sus expectativas con respecto al propio funcionamiento del trastorno y sus posibilidades parta influir en él.


El proceso de auto-observación hace que los pacientes entiendan el problema en términos de frecuencia e intensidad, lo que es de gran utilidad cuando debe poner en marcha las habilidades de afrontamiento que el terapeuta le enseñará. El registro facilita la evaluación de los cambios conductuales a través del tiempo. A este respecto es importante reseñar cómo en las semanas de tratamiento, cuando los pacientes obtienen reducciones significativas en las frecuencias e intensidades de sus conductas problema, suelen tener dificultades para percibir dichos cambios ya que se han producido de forma paulatina y no lineal.